El Salón de Nueva York ha recibido la llegada del último modelo de Range Rover, el Sport. Esta versión ‘deportiva’ del último Range Rover es el más dinámico de cuantos han existido, ya que a pesar de ser más grande es mucho más ligero que el anterior y cuenta con las últimas tecnologías.
Su nuevo diseño, que toma las formas del Range Rover pero acercándolas a las del Evoque, lo hace menos contundente y a la vez más fluido, perfecto para disimular el aumento de tamaño. Con 4,85 metros de largo, por 1,98 m y 1,78 m de ancho y alto respectivamente, es 6,2 centímetros más largo que antes pero 4,9 centímetros más corto que el Range Rover. La batalla, 17,8 centímetros mayor que antes, es igual que la de su hermano mayor.
Los Sport son de media 45 kg más ligeros que los Range Rover, y nada menos que hasta 420 kg menos pesados que sus equivalentes del modelo anterior. Su construcción en aluminio es la responsable.
Con esa gran batalla y esa reducción de peso, la mejora en su comportamiento rutero debía ser instantánea. Por si eso no fuera suficiente, en opción puede montar un diferencial trasero activo que optimiza el paso por curva con el reparto selectivo del par, en conjunto con el frenado de las ruedas interiores a la curva. En opción también está disponible un conjunto de estabilizadoras activas.
La tracción siempre es total, pero existen dos sistemas. Uno con reductora que normalmente hace un reparto de 50/50 entre ambos ejes con la posibilidad de un bloqueo al 100%, y otro con un diferencial central tipo Torsen con un reparto inicial 42/58 que puede variar en función de las condiciones. El segundo es 18 kg más ligero que el primero.
En cualquier caso el sistema de tracción, así como la suspensión neumática adaptativa y la transmisión automática de 8 velocidades, están gestionados por el sistema Terrain Response 2. Este cuenta con diferentes modos para circular por todo tipo de terrenos.
La suspensión independiente con muelles neumáticos está preparada para superar todo tipo de obstáculos, con recorridos de 260 y 272 milímetros en las ruedas delanteras y traseras respectivamente. En total se puede conseguir una altura libre de 278 milímetros, con una capacidad de vadeo de 850 mm. Existe un nuevo sistema que durante los vadeos informa de la altura del agua.
La gama de motores estará compuesta en un principio por el V8 5.0 gasolina de 510 CV y tres diesel: TDV6 3.0 de 258 CV, SDV6 3.0 de 292 CV y SDV8 4.4 de 340 CV. Más adelante llegarán un diesel híbrido y un pequeño motor de 4 cilindros.
Asientos deportivos, el tradicional salpicadero Range de líneas rectas, un volante deportivo más grueso y pequeño, y una palanca de cambios en lugar del mando giratorio que usan los otros Range Rover nos recibirán en el interior. Este se puede configurar para 5 o para 7 ocupantes.
Ahí podremos hacer uso de toda la tecnología que equipa, como el Head Up Display, las alertas por cambio involuntario de carril y de objetos en el ángulo muerto, el programador de velocidad activo, el reconocimiento de señales de tráfico, el asistente para el cambio automático de luces e incluso, un nuevo sistema que nos avisa de la posibilidad de impactos laterales en maniobras de aparcamiento.
En el ámbito de la conectividad el interior del coche puede convertirse en un punto de conexión Wifi, mientras que la relación con nuestros smartphones permite mediante una aplicación hasta localizar la posición del vehículo en caso de robo.
El Range Rover Sport es en definitiva un gran todo terreno con todo el lujo y la tecnología disponibles hasta el momento.
