Un nuevo MINI está a punto de llegar y aunque sea uno de los coches que se mantienen más continuistas en sus relevos generacionales, siempre hay cosas nuevas. Para ir haciéndonos una idea, aquí tenemos el Vision Concept.
Sus formas siguen siendo las mismas, pero seguramente vengan con un ligero aumento de tamaño. El frontal cambia su fisionomía con la introducción de una nueva parrilla que incorpora en su interior la placa de matrícula y los antiniebla. Los faros siguen siendo redondos, pero toman una inclinación mayor e incluyen luces LED que cambian la cara del MINI.
Si lo miramos desde su perfil lateral, veremos que la inclinación que ha ganado su frontal se aplica también a su luneta delantera. El techo sigue siendo de tipo flotante diferenciándose claramente del resto de la carrocería, mientras que en la parte baja los pasos de rueda plásticos ganan protagonismo, especialmente en la aleta delantera donde hacen hueco a una canalización de aire (aunque por las fotos espía que pudimos ver de un Cooper S, sabemos que esto desaparecerá).
Si en el frente y el lateral el coche se vuelve más dinámico, en la trasera se hace más rudo. Los pilotos al estilo del Countryman con nervaduras en el portón, dos grandes colas de escape y un alerón de gran aspecto, le dan mucho peso.
Al pasar al interior llega el festival de luces y color, que para eso estamos en un concept. La distribución del salpicadero con los relojes del cuadro y el central sigue siendo parecida a la empleada hasta ahora, aunque se nota mucho más moderno. La consola central reduce su espacio a la mínima expresión y concentra las funciones de los sistemas que aglutina en tres únicos relojes.
Con esta serán tres las generaciones del nuevo MINI y si todo sigue igual, será un nuevo éxito. En general los cambios han sido pocos, pero precisamente ha sido por eso, para que todo siga igual.
