El último año está siendo muy movido para Lotus, primero con un cambio de dueños y después con el fulminante y sonado despido de su ya ex CEO, Dany Bahar. Una cosa con otra ha llevado a que Lotus acabe de renunciar a presentarse al Salón de París de este septiembre, pero tampoco hay que asustarse.
Precisamente fue en la muestra parisina de hace 2 años cuando la nueva Lotus comandada por Bahar presentaba su ambicioso plan de reestructuración, con la intención de sacar una renovada y ampliada gama de modelos al más alto nivel. Plan que hasta ahora ha costado una fortuna a Lotus, y que con la salida de Bahar (su gran impulsor), queda ahora en entredicho.
Lotus se presentó en el reciente Festival de la Velocidad de Goodwood con un buen despliegue, y sus actuales propietarios de DRB-Hicom siguen asegurando que su intención pasa por volver a convertir a Lotus en un fabricante rentable. Cosas que no hacen tan alarmante su ausencia de este año en Paris, pues al parecer una de las ideas pasa por abandonar el grandioso plan de Bahar para retomar los principios básicos de Lotus, creando ligeros deportivos.
Si Lotus consigue salir del agujero financiero en el que se encuentra sumergida, puede que renazca como lo que siempre fue, una marca para entusiastas y amantes de la conducción, con deportivos pensado por y para tal fin.
