El Rally de Nueva Zelanda vuelve al Campeonato del Mundo acompañado por veintinueve equipos. Al país oceánico se desplazarán todos los habituales de la categoría reina y alguna que otra sorpresa más. El protagonismo en las divisiones de apoyo recae mayoritariamente en las tripulaciones locales, encabezadas por Hayden Paddon y John Kennard con el Hyundai i20 N Rally2 que estrenaron hace unos meses en Letonia.
La alineación del Toyota Gazoo Racing WRT la comandan el finlandés Kalle Rovanperä y el galés Elfyn Evans. Los titulares de la formación nipona tendrán a su lado, además de a Takamoto Katsuta, al retornado Sébastien Ogier. El francés regresa al máximo certamen con el deseo de desquitarse de la espina de su anterior visita, en la que un trompo en el último tramo le arrebató una victoria que acariciaba con las dos manos.
Thierry Neuville y Ott Tänak cargarán con el peso de Hyundai Motorsport. El belga y el estonio, enzarzados en una electrizante disputa interna, serán complementados por el resarcido Oliver Solberg. Por lo que respecta a M-Sport Ford, Craig Breen, Gus Greensmith y Adrien Fourmuax dirigirán sus respectivas unidades Puma Rally1 junto a la de Lorenzo Bertelli. El italiano debutará en la era híbrida tras el frustrado intento de Suecia.
Apenas tres parejas europeas han decidido inscribirse en la antepenúltima ronda del Mundial, la más lejana al continente. Estas son las conformadas por los polacos Kajetan Kejatowicz y Maciej Szczepaniak, los alemanes Armin Kremer y Ella Kremer y los españoles Miguel Díaz-Aboitiz y Jordi Hereu. Nuestros representantes emplearán el Skoda Fabia Rally2 Evo al que acostumbran en un evento muy singular.