La empresa Asahi Kasei ha sido confirmada como nuevo socio del Campeonato Mundial de Rallyes, firmando un contrato de varios años empezando a partir del Rallye de Alemania. Se trata de un conglomerado empresarial japonés implicado en diversos sectores, incluyendo el de coches eléctricos.
Tal como se indica en la página web oficial del WRC, entre los sectores a los que más se dedica está el de productos químicos, textiles, electrónica y construcciones para el hogar. También tiene parte de sus negocios en productos para la salud así como en productos farmacéuticos.
Ahora bien, lo interesante es que Asahi Kasei llegó a construir, con ayuda de otros socios, el prototipo eléctrico AKXY – el cual cuenta con carrocería de SUV, uno de los nichos de mercado con más éxito en la actualidad. El coche lleva sistemas y materiales realizados por ellos mismos como plásticos para reducir peso, microfibras en los asientos y un sistema de comunicación por voz en el coche, una tecnología que se está viendo de manera más habitual en los vehículos que salen hoy día en el mercado.
“Doy la bienvenida a Asahi Kasei a la familia del WRC para unirse al creciente dossier de socios de alto nivel – una indicación la importancia creciente del WRC en la zona de Asia. El Grupo Asahi Kasei está centrado en la innovación y en el trabajo para un mundo mejor, con tecnologías para contribuir a un medio ambiente menos contaminado. El WRC provee una plataforma perfecta para crecer tanto en la parte automovilística de este negocio y su presencia y popularidad global”, aseguró el CEO de WRC Promoter Oliver Ciesla.
Aunque Asahi Kasei esté inmiscuida en el desarrollo de coches eléctricos, la llegada de estos coches a la máxima categoría dista mucho de poder llegar – si acaso lo más probable es la entrada de coches híbridos y como mínimo no se produciría hasta finales de 2020, sino hasta 2022 o 2023 si se expande el ciclo de los World Rally Car actuales. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la mayor presencia de conglomerados japoneses puede llegar a favorecer las posibilidades de que el Rallye de Japón logre hacerse un hueco en el calendario del WRC para los próximos años.