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La estadística suele ser, en la mayoría de casos, clarificadora. Los números no engañan, pero como todo en la vida siempre hay ‘la excepción a la regla’. Después del Rallye de Estonia, tenemos un dato interesante y atípico en la élite del Mundial de Rallyes.
Ott Tänak fue profeta en su tierra y se impuso con claridad en la carrera de su casa, sumando así la 13ª victoria de su palmarés y estrenando su casillero con el equipo Hyundai. Hasta ahí todo normal, lo anecdótico es que su compañero de equipo Thierry Neuville -que en Estonia tuvo que abandonar al arrancar la rueda trasera derecha de su Hyundai- también cuenta con trece triunfos en su trayectoria en el WRC.
Casi iguales
El empate entre los dos jefes de filas de la firma coreana no se queda únicamente en las veces que han subido al peldaño más alto del podio, ya que ambos han logrado ganar también en diez rallyes diferentes -lo que demuestra su versatilidad y competitividad en todo tipo de terrenos- y, además, ambos acumulan 234 scratch en el Mundial.
El destino, la estadística, la fortuna o llámenlo X, ha querido que las dos mejores bazas de los hombres dirigidos por Andrea Adamo compartan equipo y calquen sus registros de éxito.
Precisamente, la única y pequeña gran diferencia entre ambos es el título mundial que Tänak cosechó el año pasado. Y es que la progresión del estonio en los últimos años ha sido meteórica, convirtiéndose en el piloto con más triunfos desde la introducción de la generación actual de World Rally Cars, mientras que Neuville, eterno aspirante al campeonato, no ha logrado concretar todavía -y parece que este 2020 tampoco lo conseguirá- el asalto a la corona mundial.