Analizando el fin de semana arribaron a la misma conclusión: "Esta ha sido una de las mejores batallas de mi carrera". Escuchar esas palabras de Andreas Mikkelsen, un piloto con tres victorias absolutas en el Mundial de Rallyes, motivará a su compatriota Ole Christian Veiby. El del Volkswagen Polo GTI R5 desafío continuamente los límites de las pistas escandinavas para dar caza al líder, y en una curva rebasó la línea roja.
El vigente campeón de la división de plata certifica su segunda triunfo consecutivo del curso después de superar a un Veiby que en ningún momento arrojó la toalla. Pero la eterna parada de motor del viernes, en la que perdió nada menos que 20", se convirtió en una losa irrecuparable para el pupilo de Johan Kristoffersson, que aplicó la máxima presión posible en busca de un fallo de su predecesor que nunca llegó.
Cuando había reducido la ventaja de Mikkelsen a 4.8", Veiby golpeaba lo suficiente un banco de nieve como para trompear y despedirse de sus opciones en la penúltima especial. Al menos, él pudo cruzar la pancarta de meta. El ruso Nikolay Gryazin, que marchaba en una solitaria tercera posición, sacó del maletero palas y eslingas en su intento por devolver su Škoda Fabia Rally2 Evo a la carretera. No fue posible.
El postrero abandono de Gryazin lo aprovechó Jati Huttunen para acceder al cuadro de honor de un Rally de Suecia que lideró al término del primer tramo del viernes. Sin embargo, necesita acumular más kilómetros con el Ford Fiesta Rally2 de M-Sport para rodar de forma consistente con el grupo de cabeza. El top cinco de WRC2 lo completaron los Volkswagen Polo GTI R5 de los estonios Egon Kaur y Georg Linnämae.