Sébastien Ogier y Julien Ingrassia han terminado el primer día de Monte-Carlo con falta de confianza en su Toyota. El siete veces Campeón del Mundo llegó a no tener frenos durante una parte del primer tramo.
“Empecé el primer tramo muy cuateloso. Tengo poca experiencia con estos nuevos neumáticos Pirelli y necesitaba ganar confianza”, dijo Ogier sobre los neumáticos. “Luego, a mitad de la prueba llegué a un punto en el que era necesario frenar y el pedal del freno bajó por completo. Tuve un par de momentos en los que me asusté, pero afortunadamente pude detener el coche antes de tomar la curva y no tuve problemas", añadió.
La confianza había “desaparecido”, y Ogier tuvo que bombear el pedal del freno un par de veces más: “Traté de terminar las pruebas y no tener otro tipo de problema”. Ya en el segundo tramo, el piloto de Toyota volvió a ser “cauteloso con los neumáticos y los frenos”. El piloto francés aseguraba que así no se podía arriesgar.
"Mañana por la mañana salimos muy temprano y probablemente encontraremos condiciones muy difíciles”, dijo el francés sobre el tercer tramo a las seis de la mañana. “Aún quedan muchas etapas hasta el final del rallye, muchos kilómetros por hacer. No ha sido una gran salida para nosotros, pero esperamos tener el coche al 100% para dar lo mejor”, zanjó Sébastien Ogier.