Después de su dura experiencia en el pasado Rallye de Turquía, el piloto francés Pierre-Louis Loubet (Hyundai 2C Competition), ya está estudiando la estrategia más adecuada para rendir al máximo en la próxima cita del WRC, el Rallye de Italia-Cerdeña que se disputará la próxima semana, del 8 al 11 de octubre.
El corredor corso no pudo cruzar la meta en su segunda participación en tierra, debido a los fallos en el propulsor de su Hyundai i20 WRC en la mencionada ronda otomana. Tras la prueba a orillas del mar Mediterráneo, reconoció que en ella se enfrentó a la prueba más desafiante de su trayectoria profesional.
"Fue muy difícil tener confianza porque el coche no estaba bien. No estaba siempre seguro de lo que estaba haciendo y esto es muy difícil cuando tienes que pilotar rápido con este coche", explicó.
"El coche deslizaba mucho todo el tiempo en los tramos rápidos, y a veces resultaba muy complicado mantenerse en la pista".
Tras esta experiencia, el campeón del WRC2 de 2019 afirmó que destinaría buena parte de sus esfuerzos hasta que llegara el Rallye de Cerdeña a analizar la información obtenida . De esa manera espera comprender mejor cómo ser más eficaz a bordo de su Hyundai sobre tierra.
En este sentido, el corso ha manifestado:
"Forma parte de mi trabajo. Por tanto, debo esforzarme para saber cuál es el motivo por qué soy más lento que el resto de competidores."
Entre las lecciones que aprendió en la carrera en Marmaris ha asegurado: "Aprendí a pilotar cuando no te sientes tan cómodo o con confianza en el coche para permanecer en los tramos. Cuando compruebas en la tabla de tiempos que vas lento, tienes que mantener la cabeza baja y seguir trabajando. Y eso es exactamente lo que hicimos".