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Una vez los pilotos de las copas monomarcas (Drive Dmack Fiesta Trophy y Junior WRC) salieron a pista, llegó el turno de los World Rally Cars, comenzando por los pilotos privados (como Lorenzo Bertelli o Marcos Ligato, presente en esta prueba junto a PH Sport) para después pasar a los oficiales. Craig Breen marcó un tiempo fuerte que ni siquiera Eric Camilli o Kevin Abbring pudieron batir.
Andreas Mikkelsen, mientras pasaba por el parque de Harju, tuvo el momento más peliagudo de la tarde al meter dos ruedas por fuera del camino cuando se acercaba a la meta a la salida de una curva, pero pese a ello fue capaz de marcar el mejor tiempo. Ott Tänak, reanudando la pelea que ya tuvieron en Polonia, clavó su tiempo con su Ford Fiesta RS WRC, batiendo incluso a Sébastien Ogier cuyo tiempo en la segunda parte del tramo no fue tan buena como la del estonio o el noruego. Al final de la tarde Mikkelsen y Tänak compartían el mejor tiempo y el liderato del rallye, seguidos a apenas una décima de Ogier y a 1,2 de Thierry Neuville en el primero de los Hyundai i20 WRC. Kris Meeke, el héroe local Jari-Matti Latvala, Breen, Abbring, Hayden Paddon y Mads Ostberg completaron las diez primeras posiciones por delante de Bertelli, Camilli, Valeriy Gorban o Ligato, siendo los últimos WRC Khalid Al-Qassimi y Yazeed Al-Rajhi.
En los dos primeros tramos Meeke tomó la delantera por delante de Tänak y los pilotos de Volkswagen en un comienzo tranquilo – los únicos que tenían problemas graves eran Bertelli y Valeriy Gorban, ambos quedándose con tracción a dos ruedas motrices. En el TC-4 Tänak y Meeke fueron capaces de subir el ritmo y marcaron un tiempo estelar, distanciándose ambos de Mikkelsen y Ogier mientras que Latvala sufría un pinchazo y perdía varios segundos. La batalla entre el británico y el estonio terminaría en el tramo siguiente, pues cuando ambos iban al mismo ritmo – superando a Latvala y Ogier en varios segundos – la suspensión delantera del Ford Fiesta RS WRC de Tänak se rompió e hizo un trompo, acabando el tramo casi medio minuto más lento que Meeke (cayendo hasta la décima posición). Meeke se destacó en la general seguido de Latvala, Ogier y Craig Breen, que con un gran tiempo pudo adelantar a Mikkelsen y colocarse a seis décimas del campeón mundial.
La tónica continuó en el último tramo de la mañana, con Latvala marcando el mejor tiempo pero aún a 18,8 segundos de Meeke en la general. Breen caía a la sexta posición tras Mikkelsen y Thierry Neuville tras entrar demasiado fuerte en una intersección mientras que Tänak continuaba perdiendo segundos debido a los daños en la suspensión (el estonio llevó el maltrecho Fiesta al service de M-Sport). De este modo, Meeke terminó la mitad de la primera etapa como líder seguido de Latvala, Ogier, Mikkelsen y Neuville. Breen, Mads Ostberg, Hayden Paddon, Eric Camilli y Tänak completaban las diez primeras posiciones. A apenas 1,3 segundos se encontraba el líder de la categoría WRC2 Esapekka Lappi – a un nivel mayor que sus rivales de la categoría e incluso varios pilotos de la categoría máxima.
Con apenas 7,4 kilómetros de longitud, el tramo de Äänekoski-Valtra apenas tuvo sorpresas ni distancias de importancia entre los pilotos (el autor del scratch fue Tänak con la suspensión de su Fiesta RS WRC reparado) con la única sorpresa por parte de Breen, que volvió a adelantar a Thierry Neuville y Andreas Mikkelsen para colocarse cuarto en la general. Por detrás, Yazeed Al-Rajhi fue víctima de un vuelco y perdió un minuto, llegando a meta con daños en el frontal que le impidieron seguir con el resto de la caravana. Meeke marcó el scratch en el TC-8 por delante del resurgente Tänak y Latvala, que se quedaba a veintiún segundos del liderato mientras Breen caía de nuevo a la sexta plaza y Hayden Paddon se colocaba séptimo al adelantar a Mads Ostberg. Marcos Ligato perdía más de media hora al volcar al principio del tramo, pero conseguía llegar a la meta.
El TC-9 transcurrió sin mayores incidentes, con Tänak remontando posiciones (adelantó a Paddon y Ostberg) a base de scratch mientras Meeke controlaba las distancias con Latvala. No obstante, en la segunda pasada por Surkee ocurrió lo más inesperado: Ogier trompeaba en una horquilla de derechas en la parte final del recorrido y se quedaba atrapado en una zanja. Al mismo tiempo Tänak sufría un pinchazo, perdiendo todo el progreso que había realizado durante la tarde.
El penúltimo tramo del viernes, Horkka 2, terminaba con un nuevo scratch de Meeke por delante de Latvala y un Ogier que recuperaba su ritmo normal de carrera. Por detrás Breen tenía un par de golpes que desalineaban la dirección de su Citroën DS3 WRC (lo que no le impedía colocarse quinto entre Mikkelsen y Paddon, Kevin Abbring rompía la suspensión delantera derecha a base de saltos en el tramo y Valeriy Gorban se quedaba con dos ruedas motrices por segunda vez en el día. La segunda pasada por la súper especial no trajo nada nuevo salvo un scratch de Mikkelsen, que volvió a utilizar el mismo banco de tierra del que ya se sirvió en la tarde del jueves para superar a Neuville por nueve décimas y a Latvala por 1,2. Al final del día Meeke era líder con 18,1 segundos de ventaja sobre Latvala, 44,3 sobre Neuville y 45,4 sobre Mikkelsen. Breen, Paddon, Ostberg, Tänak, Camilli y el líder en la categoría WRC2 Esapekka Lappi completaban las diez primeras posiciones.
Ogier y Mikkelsen tuvieron la labor de limpiar la pista en nada menos que el tramo de Ouninpohja, uno de los más majestuosos de todo el año con treinta y tres kilómetros de velocidad pura. Sus tiempos estuvieron lejos de los de Latvala o Meeke, quien marcó un tiempo 13,4 segundos mejor que el héroe local para colocarse a más de medio minuto al frente. Por detrás Breen se colocaba cuarto en la general al adelantar a Thierry Neuville, que perdió la posición tanto con el británico como con Mikkelsen – detrás de ambos se situaban Paddon, Ostberg y un Tänak que retomaba su ritmo de remontada tras una desafortunada primera etapa. El tramo de Ouninpohja terminaría con un accidente de Bertelli, que se salía de la pista de manera violenta y acababa clavado en una zanja. Primero se detendría unos minutos al entrar la ambulancia y después quedaría interrumpido, pasando los pilotos a velocidad de crucero. Bertelli se encontraba bien, pero su copiloto Simone Scattolin necesitaba asistencia médica – por segunda vez en la temporada tras el accidente que sufrieron en el Rallye de Cerdeña – y fue llevado al hospital, ya que se quedó inconsciente durante un minuto tras el golpe.
El TC-14, Päijälä 1, fue sonado por un movimiento cuanto menos sospechoso: en la carretera de enlace Ogier se detenía de repente a cambiar un latiguillo de freno, librándose de limpiar pista y reanudando la marcha a tiempo para salir justo por delante de Meeke. Mikkelsen se encontró de repente limpiando la pista, se salió nada más empezar y su tiempo le hizo caerse de las posiciones de podio a favor de Paddon mientras Ogier no era capaz de seguir el ritmo de Tänak (que escalaba a la cuarta posición), Latvala o Meeke. Camilli tuvo un accidente en la primera parte del recorrido, deteniendo el tramo durante unos minutos pero sin consecuencias mayores aparte del abandono. Los dos últimos tramos del bucle matinal se celebraron con mayor tranquilidad, con Meeke marcando el scratch en el TC-15 y Ostberg y Ogier siendo los más rápidos en el corto TC-16 (apenas 4,23 kilómetros). Al final de la mañanaMeeke era líder con Latvala segundo a 36,4 segundos y Breen tercero (una vez se arreglaron los tiempos) a 46,3 segundos. Neuville, Paddon, Ostberg, Mikkelsen, Tänak, el líder en WRC2 Esapekka Lappi y Kevin Abbring con el tercer Hyundai i20 WRC completaban las diez primeras posiciones.
La segunda pasada por Ouninpohja no trajo tantos desvaríos como la primera – de hecho, los tiempos estuvieron bastantes justos, con menos de diez segundos del scratch de Meeke al quinto tiempo marcado por Breen. La mayor pelea entre los diez primeros era la de Ott Tänak contra el mundo, ya que trataba de volver a las posiciones de podio pero la diferencia entre su ritmo y el de sus rivales ya no era tan grande como en la primera etapa – pese a ello, seguía teniendo en el punto de mira a Mads Ostberg, Hayden Paddon y Thierry Neuville. En el TC-18 Tänak fue capaz de adelantar a los tres y puso sus miras en la tercera posición de Breen durante el resto de la tarde, recortándole más de diez segundos en apenas dos tramos. Por detrás, contenidos en apenas diez segundos, se encontraban los Hyundai de Neuville y Paddon y el Ford Fiesta RS WRC de Ostberg, con Mikkelsen – obligado a limpiar pista tras los problemas de frenos de Ogier en el bucle anterior – en octava posición a más de quince segundos de su compatriota.
El último tramo del día era una repetición del segundo más corto de todo el rallye, Saalahti 2 (un tramo que no se utilizaba en esta configuración desde 1991), por lo que las diferencias apenas oscilaron. Meeke terminó el día en cabeza con Latvala a cuarenta y un segundos y Breen tercero a 1:43, inmerso en una batalla contra Tänak (que estaba a 11,5 del segundo piloto de Citroën). Por detrás Neuville, Paddon, Ostberg, Mikkelsen, el líder de WRC2 Lappi y Teemu Suninen completaban las diez primeras posiciones.
Los tramos del domingo apenas sumaban treinta y cuatro kilómetros cronometrados, pero no estuvieron libres de drama: Tänak, tratando de dar caza a Breen, se salió en una curva de derechas tras un salto y chocó con una roca, poniendo fin a sus posibilidades de podio y dejando a Breen contra los Hyundai de Neuville y Paddon. El piloto de Citroën marcaría su único scratch del fin de semana en el TC-21 mientras se defendía de los de Alzenau.
Neuville se llevaba el scratch por delante de Paddon y Mikkelsen mientras que Meeke se convertía en el primer piloto británico en ganar el Rallye de Finlandia. Latvala le daba un podio más a Volkswagen seguido de un emotivo Breen, que estallaba en lágrimas al cruzar a la meta – recordando una vez más a su gran amigo Gareth Roberts. Neuville, Paddon, Ostberg, Mikkelsen, Lappi, Abbring y Suninen completaron las diez primeras posiciones.