Ayer salvó los muebles. Aunque limpiaba pista en una de los rallyes más complejos, retornó a la habitación de su hotel con sus aspiraciones intactas, ocupando la segunda posición de la clasificación general a un suspiro del líder. Si había cumplido en la fase complicada del fin de semana, no iba a descartarse de la lucha por el triunfo así porque sí en una superficie que le dejó con un regusto amargo el pasado año en su país.
Completados los diez primeros kilómetros del día, Kalle Rovanperä ya había desbancado del liderato al Hyundai i20 N Rally1 de Thierry Neuville. El belga lamentaba falta de tracción en las arrancadas y el finlandés se limitaba a seguir el carril que los coches de delante marcaban. No había que dibujarlo. El agarre se lo encontraba, no lo fabricaba a sus rivales. Y el cronómetro, tanto el suyo como el del resto, lo ha notado.
Pero el Toyota GR Yaris Rally1 del #69 no es el único que ha superado en el bucle matinal al piloto que anoche dormía instalado en la cima de la tabla. En cada especial Neuville era rebasado por uno de los vehículos de la formación nipona, haciéndoles estos desaparecer de los lugares de podio en su vuelta al parque de asistencia. Para rematar la mañana, el #11 erraba en un cruce, marcándose un recto y perdiendo más de 10".
Elfyn Evans y Esapekka Lappi se encuentran en la misma tesitura que ayer. Poseen la velocidad y carecen de la consistencia. Si ambos quieren plantar cara a su compañero de equipo, tendrán que mantenerse en la línea de sus tramos más brillantes. Jari-Matti Latvala, respetando la tradición que instauró Tommi Mäkinnen en Toyota, no les ordenará a nadar y guardar la ropa. De su rendimiento dependerá su puntuación personal.
Solberg, por contrario, sí que reduce el ritmo y acepta su situación. Sin confianza en el Hyundai i20 N Rally1 y con Ott Tänak arrastrando una penalización irrecuperable, los planes del sueco se centran en asegurar su quinta plaza y unos puntos que bastante necesitan en Alzenau. Lastimarán el abandono del estonio, que partiendo segundo en el orden de salida está estableciendo unos cronos sensacionales.
Con una distancia de seguridad sobre sus perseguidores, Takamoto Katsuta intenta olvidar con tiempos parciales los frustrantes errores que le condicionan. Por detrás del japonés, los Ford Puma Rally1 de Adrien Fourmaux y Gus Greensmith batallan por el séptimo puesto. El francés, más cómodo en condiciones estables, aventaja en 12.3" al británico, desoncertado con la disparidad entre registros y sensaciones.