Fiabilidad. La palabra más repetida por Thierry Neuville y Ott Tänak cuando respondían a cuestiones acerca de las claves para triunfar en la era híbrida y elemento del que han carecido sus coches el primer fin de semana de esta tecnología en el Mundial de Rallyes. La presentación al público del Hyundai i20 N Rally1 evidenció la falta de desarrollo de un vehículo que empezó con unos meses de retraso el periodo de puesta a punto.
Problemas de diferencial, motor, estabilidad, eléctricos, caja de cambios... lo único que rescató la estrcutura con base en Alzenau, una sexta posición con la unidad dirigida por el belga, la única superviviente al 90º Rallye de Monte-Carlo. Con un parón de un mes antes de que se reanude el campeonato en la nieve sueca, en Hyundai afirman que centrarán sus esfuerzos en cambiar esta preocupante situación lo más rápido posible.
"Ha sido un rally muy complicado. Sabíamos que iba a ser difícil, acabamos de montar los coches con el tiempo justo", declaró Julien Moncet, heredero provisional del puesto de Andrea Adamo, al medio británico Motorsport.com. "Tendremos que pedir a nuestra gente, tanto a los que han estado en Monte-Carlo como a los de la fábrica, que doblen sus esfuerzos. La situación es mala, pero todavía está bajo control", concluyó.