Nefasto inicio de campaña de Elfyn Evans. El británico acumula errores con su Toyota GR Yaris Rally1. La vitola de favorito que heredó de Sébastien Ogier pesa demasiado al subcampeón de los dos úlitmos cursos, que cierra la fase invernal del Campeonato del Mundo con una pobre cosecha de cuatro puntos, los que sumó en el tramo de bonificación del pasado Rallye de Monte-Carlo. Se le agota el margen de error.
De nuevo, cuando marchaba en posiciones de podio, un exceso de fogosidad le dejó en la cuneta. Antes del incidente que le ha abocado al abandono en la península escandinava, Evans ya había recibido dos malas noticias. La primera, una penalización de 10" por no haber respestado la ruta indicada en el roadbook en la última especial de la etapa del sábado. Y minutos más tarde, la de que su sistema híbrido no funcionaba.
Evans trató de compensar ese problema mecánico con una conducción más agresiva, pero la estrategia no funcionó. Mediada la rápida especial de Vindeln, el #33 perdía la zaga de su montura en una curva a izquierda e impactaba frontalmente contra los peligrosos bancos de nieve nórdicos. Los daños ocasionados por el golpe le impidieron continuar, entregando así la segunda plaza en bandeja de plata al belga Thierry Neuville.