En suspense. Las noticias que cada día nos llegan desde Italia son muy desalentadoras, ya que la pandemia de Covid-19 está volviendo a azotar con fuerza al país transalpino casi con la misma intensidad lo hizo durante el pasado mes de marzo.
Los datos son concluyentes: Italia alcanzó ayer las cifras más altas de la segunda ola con más de 35.000 nuevos casos confirmados de Covid-19 y 580 muertes. A estas fatídicas estadísticas se le suma que la región de Lombardia, donde se ubica el Circuito de Monza muy próximo a la capital Milán, es la que está saliendo peor parada respecto al resto del país.
Ante esta situación crítica, las autoridades sanitarias han decidido utilizar las instalaciones del trazado milanés para ser un punto de cribaje. Las personas acuden con sus vehículos particulares a la pista, donde se ha habilitado una carpa donde se les realizan las pruebas PCR e inmediatamente son derivadas a un hospital si son positivos y necesitan atención médica.
Las imágenes, parecidas a una película apocalíptica, son muy poco esperanzadoras de cara al desenlace del Campeonato del Mundo de Rallyes 2020, que tiene que disputar en el Circuito de Monza su última cita de la temporada el fin de semana del 4 al 6 de diciembre.
A tres semanas vista, nadie puede poner la mano en el fuego para asegurar que se disputará el Rallye de Monza, pese a que la semana pasada el gobierno italiano recordó que esta prueba es considerada de “interés nacional e internacional”, por lo que no se le aplicaría ninguna de las medidas restrictivas que se ha impuesto a los ciudadanos de Lombardia.