En el 90º Rallye de Monte-Carlo le acompañó la sombra del piloto con más títulos en la historia del Campeonato del Mundo de Rallyes. Ese cobijo le apartó del foco mediático en M-Sport Ford, circunstancia que le permitió competir en otro plano en el fin de semana que inauguraba la temporada. Ya en Suecia, el irlandés asumió el papel que originalmente le habían encargado desde Cumbria. El resultado fue muy diferente.
En la segunda especial Craig Breen empanzó su Ford Puma Rally1 en un banco de nieve. Primero había errado con un trompo. Escasos kilómetros después, perdía la concentración al activarse el limpiaparabrisas justo en el momento en que accionaba el pedal del freno. Para él fue el dudoso honor de estrenar la lista de abandonos de la cita nórdica. En la etapa del sábado se reintegraría a la carrera, pero sin nada por lo que luchar.
Hablando sobre los motivos que le abocaron a cometer ese tempranero fallo, el #42 descarta que su rol de líder de la formación británica jugase una parte fundamental: "No creo que el hecho de liderar el equipo me estuviese generando más presión. Fue un error muy pequeño y en este rally, si eres de los primeros en pista, pagas un precio muy alto". El próximo mes en el asfalto croata tendrá la oportunidad de redimirse.