Se nos ha ido antes de tiempo, finchando el control horario de la vida uno de los copilotos más importantes de la historia de los rallyes en nuestro país. Hoy ha muerto Antonio Boto a la edad de 67 años tras batallar los últimos tiempos contra una maldita enfermedad.
El que fuera copiloto de Carlos Sainz cuando este dio el salto al Mundial de Rallyes en 1987, nos ha dejado huérfanos a todos los amantes de la especialidad, ya que su carisma y sentido del humor lo hacían único, especial, irrepetible.
Hoy el mundo de los rallyes llora la pérdida de uno de sus personajes más queridos, atrás deja un gran legado y, sobre todo, su pasión por esta especialidad que con su forma de ser hizo más grande en España. Descansa en paz, Antonio.