El año pasado debutó el Supercampeonato de España de Rallyes como el máximo exponente de la modalidad en nuestro país. Después de dos campañas en las que caminó de la mano con las vertientes de asfalto y tierra, la Real Federación Española de Automovilismo dio el empujón definitivo a la fórmula mixta. Este cambio motivó a Iván Ares a focalizar su preparación en la conducción sobre grava, firme por el que no frecuentaba.
En varias pruebas del anterior curso el gallego perdió unas décimas de competitividad en su superficie favorita debido a ese enfoque. En el 39º Rallye Sierra Morena también sintió las secuelas de aquella desbalanceada estrategia: "Hice muchos cambios para este rally. Vengo de realizar muchas pruebas en tierra y no acabé de encontrar el feeling en las notas para que me diesen confianza. Fuimos más de corazón que de otra cosa".
Su ataque pasional le permitió superar a Efrén Llarena en la batalla por la plata y desbancarle del liderato del S-CER: "Corrimos muchísimo el sábado. Al final lo dimos todo para luchar por la segunda posición y también conseguimos los tres puntos del TC Plus. Creo que salvamos los muebles. Sé que tengo muchas cosas que mejorar para arrancar al ritmo que lo hacen nuestros rivales, pero pudimos salir bien parados de esta carrera".