Aunque al margen de la clasificación del Campeonato de España de Rallyes de Asfalto por participar con su MINI John Cooper Works en versión World Rally Car, Luis Monzón y José Carlos Déniz han estado cerca de reeditar sus triunfos de 1995 y 1999 en el Rally Villa de Adeje. Iban camino de ello, con una ventaja superior al minuto en la clasificación regional, hasta que una avería en una bomba de gasolina les ha llevado a abandonar en la primera pasada por ‘Guía de Isora-Santiago del Teide’.
Corría el noveno de los doce tramos de esta prueba, la primera del año tanto del nacional como del autonómico. Hasta ese momento Monzón y Déniz se habían apuntado el mejor registro en seis tramos cronometrados y, además, abriendo una brecha superior al minuto respecto al segundo clasificado, su compañero en este rally dentro de la estructura de Auto-Laca, Miguel Fuster.
El rendimiento del MINI JCW con configuración WRC había sido sensacional. El piloto satauteño necesitó la primera sección del viernes tarde para hacer algunos ajustes muy precisos que le permitieron dar con un setting idóneo para empezar a marcar su propio ritmo y alejarse en cabeza. Así fue hasta ese abandono que, en cualquier caso, no desmerece el gran papel que estaban realizando.
Por ello Monzón se quedaba con un sabor dulce de su papel en su regreso, más de una década después, a la isla de Tenerife.“Me ha gustado mucho el rally, pero sobre todo me quedo con el gran cariño que he recibido de toda la afición. Ha sido verdaderamente emocionante. Debo agradecer a Auto-Laca y en especial a la figura de Ángel Ramos el que haya podido participar en Adeje y también a toda la estructura del Pedro Burgo Rally Team por la dedicación absoluta encada carrera. Tanto José Carlos como yo sentimos no haber podido corresponder tanto cariño y tanto sacrificio con el resultado que merecían y por el que nos hemos dejado la piel en la carretera”, ha explicado el doble campeón de España.