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Carlos Sainz y Lucas Cruz han conseguido su tercera victoria de etapa en el Dakar 2020 a los mandos del Mini JCW Buggy de X-Raid, logrando aumentar en más de dos minutos su ventaja con respecto a Nasser Al-Attiyah y Stéphane Peterhansel. Ahora bien, la jornada ha quedado marcada de luto por el fallecimiento del motorista portugués Paulo Gonçalves por una caída cuando estaba en las primeras plazas de la categoría de motos.
Los dos Mini y la armada de Toyota fueron los primeros en salir a pista en esta larga etapa con nada menos que 546 kilómetros cronometrados y 195 de enlace, metido entre ellos Mathieu Serradori a los mandos de su Century. Ahora bien, en una duna en el kilómetro 15 el piloto francés se quedaba atascado, con el tren trasero colgando y perdiendo una gran cantidad de minutos. En el WP1 Al-Attiyah se ponía en cabeza seguido de todo el elenco de Hilux V8, con Fernando Alonso tercero a medio minuto.
La sorpresa llegaría más tarde con el saudita Yasir Seaidan, quien sorprendió a todos tomando la cabeza de carrera y peleando contra Al-Attiyah durante decenas y decenas de kilómetros, llegando a ser líder por delante de todos los gallos. Peterhansel luchaba contra la marea de Toyota, entre la que se mantenía Alonso, mientras que Sainz guardaba ritmo para más adelante.
Seaidan seguía líder por delante de Al-Attiyah, Bernhard Ten Brinke, Alonso, Peterhansel y Sainz llegado el ecuador de la etapa, cuando llegaron las peores noticias: Gonçalves, subcampeón del Dakar 2015 en motos, tuvo una gravísima caída en el kilómetro 276 en una zona rápida y quedó inconsciente y en parada cardiorrespiratoria. El helicóptero médico llegó al momento y se le trasladó al hospital, pero no pudo hacerse nada para salvar su vida. El portugués, que corría para Hero en esta edición, falleció a sus 40 años.
En la segunda mitad de la prueba Sainz atacó como nunca y en los más de cien kilómetros que separaban el WP4 del WP5 fue capaz de adelantar a Peterhansel, Alonso, Ten Brinke, Al-Attiyah y Seaidan para colocarse líder. El saudita de Mini cayó varias posiciones al igual que Alonso, convirtiéndose en un nuevo duelo entre Sainz, Peterhansel y Al-Attiyah con los tres Toyota de Ten Brinke, Alonso y Yazeed Al-Rajhi como testigos directos.
Sainz forjó distancias y a falta de los últimos 63 kilómetros de etapa contaba con casi minuto y medio de ventaja sobre Al-Attiyah y casi dos y medio con respecto a Peterhansel, confirmando el gran ritmo de los Mini JCW Buggy y los frutos del trabajo de desarrollo realizado por X-Raid a lo largo de 2019. El año pasado el coche tenía menos ritmo y más problemas de fiabilidad, dando mejores resultados los JCW Countryman con tracción total.
Al final de la etapa Sainz acababa aún más líder, batiendo a Al-Attiyah por 2:12 y a Peterhansel por 2:53 después de que el francés superase a Ten Brinke por tan solo cinco segundos de diferencia. Al-Rajhi acabó quinto al adelantar a Alonso por 13 segundos, completando las primeras posiciones Giniel de Villiers, Jakub Przygonski, Orlando Terranova y Yasir Seaidan.
