Iago creció viendo a su padre , José Caamaño, corriendo en los rallys a mediados de los años 80’, de allí nació la inspiración y gusto por ese deporte motorizado. Siempre lo acompañaba a las competiciones con diferentes coches, un Seat, un Opel Ascona, GT Turbo y un Citroen 1000 pistas.

No tiene muchos recuerdos de infancia por ser demasiado jóven en aquella altura, pero siempre recuerda de algunos momentos vividos con su madre, Luis Santos y Pepe Conchado mientras que se disputaban algunas carreras cuando cambiaban de coches durante los viajes que realizaban.

No por lo pasado de su padre que Iago se insertó en las carreras de coches, ya que su mismo padre se retiró de los rallies en 1994 para concentrarse en su trabajo, luego de haber ganado la subida a Culleredo por tierra.

Después de terminar sus estudios con 18 años, comenzó a trabajar con su padre, puesto que tenía una gran responsabilidad por delante, al ser el hijo del jefe. Iago estaba a cargo de diferentes funciones, por lo que debía ser el ejemplo para todas las personas. Viajó por diversos países para acompañar y verificar las medidas de las obras que estaban en proyecto, y como la experiencia en aquella época era poca y la exigencia de trabajo era demasiada, comenzó a acumular muchos problemas relacionados con el trabajo. Paulatinamente, fue presentando un cuadro de ansiedad y stress crónico, siendo necesario recurrir a un tratamiento. Su padre, con el fin de encontrar una alternativa frente a este problema, le aconsejó que volviera nuevamente a las carreras. Siendo así, comenzó las primeras carreras en conjunto con José Maria Rosende aunque su padre continuaba  asustado con la idea, le dió un gran consejo... “LAS CARRERAS SON MUY SACRIFICADAS, PASARÁS CIEN PENURIAS HASTA CONSEGUIR CADA ALEGRIA”

Así mismo, en 2003, con la ayuda técnica de Álvaro Corral (especialista en motos), comenzó los entrenamientos en Kartcross en Santa Comba.

No fue necesario mucho tiempo para que Iago comenzara a destacarse en Kartcross. En 2005 ya corria con un Semog, con el que empezó a vencer las primeras carreras. En 2006, lideró gran parte de la competicion gallega, destacándose en las mejores posiciones. Ya en 2007 consiguió vencer su primer campeonato gallego en la penúltima carrera, de la que jamás se olvidará, ya que justamente en aquella última vuelta fue donde tuvo un accidente con otros 3 coches. Sin embargo, aun así consiguió terminar en tercer lugar y asegurar el título. Con esto se apoderó de la ilusión de correr y el sueño por ganar.

Continuó así otro año, en que el objetivo era el campeonato de España. En 2008, siguió utilizando el Semog, pero esta vez con un motor Honda; el mismo con el que partiría unos meses más tarde. De esa forma, al volante de un Yacarcross, comenzó a competir todo el campeonato Nacional y algunas carreras de Galego en 2009. Después en 2010, cambió su Yacarcross por un Speer Car Xtrem de Delfin Lahoz. Asumió que esa temporada fue totalmente diferente a las restantes, por lo que dedicó  mayor concentración y dedicación en la preparatoria, lo que lo llevó finalmente, a vencer el campeonato de España por su primera vez en Miranda de Ebro. Así fue como cumplío un sueño más con el apoyo de su amigo Ruffy, Ruben Rica Gomez.

Después de esa temporada, participó en algunas carrera en el año 2011, pero lo abandonó más tarde, compitiendo solo de manera esporádica durante ese año.

Después de toda la experiencia obtenida en el Kartcross, y con un sentimiendo de haber cumplido los objetivos propuestos, en el 2012 decidió ingresar en los rallies con un Ford Fiesta R2 de RMC con su copiloto José Antonio Pintor. Claramente, pasó por muchas dificultades de adaptación y nueva modalidad de competicion, asi como también de hacerse de la idea de tener un copiloto quien comparta con el ciertas informaciones. Así, de susto en susto, fue concretando algunas carreras durante ese año e intentó mantenerse siempre a prueba, el máximo tiempo posible.

En 2014, tuvo muchos problemas y accidentes. Se salió de Lalin, tuvo problemas mecánicos en Curtis, en Ourense tuvo dificultades con la rueda trasera y en Litariegos recibió un fuerte golpe. Siempre que terminaba sin ese tipo de problemas, se mantenía entre el 2º y 4º lugar. De allí que comenzó de a poco a ganar experiencia en los rallys de tierra.

Después del duro inicio que tuvo en su Fiesta R2, decidió cambiarse a un Porsche 911 GT3, luego de un difícil análisis con otras posibilidades que tenía en mente, acabó por escoger el Porsche por cuestiones económicas. Era de esperar que más problemas se podrían anticipar, con el cambio de un coche de 160CV a uno de 420CV con tracción trasera. De esta forma, fue nuevamente una temporada difícil para Iago, quien poco a poco iba mejorando.

Al terminar el año, en Ribeira Sacra, decidió correr en un Ford Fiesta R5, tal como ya lo tenía acordado con Roberto, para que pudiese escoger su próximo carro el 2016. De esta forma se fue sintiendo desde el primer minuto, mucho más seguro al volante del R5. Así fue como decidió comenzar la temporada del 2016, con el mismo R5, donde comienzan a aparecer grandes resultados hasta el día de hoy, como por ejemplo el subcampeonato gallego logrado en 2016.