Aunque el Campeonato Europeo de Rallies se dispute íntegramente con coches FIA, tiene la particularidad y el encanto de permitir una mescolanza de coches oficiales FIA, a menudo con héroes locales con coches punteros del campeonato nacional, con coches y pilotos que únicamente ves en dichos países. Dicho de otro modo, el ecosistema autóctono de los rallies en los países por los que va el campeonato. Esto es así en cada una de las rondas, lo fue en el Rally Sierra Morena en el que arrancaba la temporada y lo es también en el Rally de Hungría.
El primero de estos casos lo vemos ya en los coches FIA, pues en efecto aparece aquí un Lancia Ypsilon HF Rally4. Y es que Jaspar Vaher/Sander Pruul, quienes fueron terceros en el Sierra Morena dentro del ERC Junior, pasan del Peugeot 208 Rally4 a su nuevo gemelo (no del todo gemelo, como ya explicamos) italiano a partir de esta ronda. La dupla estonia ya probó este coche en tierras italianas, concretamente en el Rally Elba.
Ya vimos a Thierry Neuville y Elfyn Evans corriendo en el Sierra Morena dentro del apartado nacional con sus máquinas Rally1, corriendo después de que pasara todo el apartado ERC. Algo así ocurrirá esta vez con Róbert Bútor/Róbert Tagai, quienes abrirán la caravana nacional con su Citroën C3 WRC. Bútor lleva corriendo cinco años con esta unidad que pilotase Sébastien Ogier en la temporada 2019 - y, como dato extra, ya en 2021 corrió con neumáticos Hankook, ahora proveedores oficiales del WRC, si bien en 2022 montó neumáticos Pirelli.
Los Porsche siguen pegando fuerte - y, como ya hicieron los hermanos Sergio y Diego Vallejo allá por 2018 y 2019, también en tierra. Tamás Rafael y Balázs Szabó correrán con un 997 GT3 Cup, siendo el único coche RGT inscrito. Es toda una rareza ver tanto Porsches como RGT en general en rallies de tierra, de modo que será interesante verlo en acción.
También veremos un Proto, en concreto un Ford Fiesta Proto raro de ver fuera de los rallies en el centro de Europa. Prácticamente cerrando la caravana tendremos hasta 7 equipos inscritos con sus Lada VFTS/VAZ 2107, el orgullo soviético en rallies que sigue siendo un coche muy popular para correr de manera asequible pese a que hablamos de un coche con 40 años a sus espaldas.