Justas Simaska, el piloto en el que Lituania centra sus esperanzas, debutó este año en el Campeonato de Europa de Rallyes. El joven de 26 años de edad escogió la vía continental como puente para, en un futuro no muy lejano, alcanzar el certamen por el que todos suspiran. El curso lo comenzó con un Ford Fiesta Rally4 con el que registró destacables cronos en Polonia y Letonia. Sin embargo, la visita a Italia ha cambiado sus planes.
En el Rally di Roma Capitale probó fortuna con un Peugeot 208 Rally4 alquilado al equipo húngaro NGS Racing. Su aventura en las carreteras transalpinas terminó en abandono, pero antes de este el asombro se apoderó de él. El rendimiento del artefacto francés le sorprendió tanto que ha decidido poner a la venta el vehículo con el que había iniciado su programa dentro del apartado Júnior. El próximo año ya ronda por su cabeza.
"El plan es tener el cambio realizado para la próxima temporada, en la que ya estamos plenamente concentrados. No puedo comparar los dos coches porque el Peugeot solo lo he conducido en asfalto, pero ambos son buenos en diferentes áreas. El Peugeot tiene un motor ligeramente más grande y, por ello, quizá más potencia. También creo que ha sido mayoritariamente probado en asfalto", afirma Simaska.
A pesar de su absoluta inexperiencia en el firme, el lituano asegura que el Peugeot le transmitió confianza en el mismo momento en el que accedió al habitáculo: "Me sentí cómodo con el 208 Rally4 nada más subirme a él. Puedes simplemente sentarte y desde el principio va bien. El Rally di Roma Capitale fue mi primer evento sobre asfalto, por lo que fui sin expectaciones, pero estábamos disfrutando mucho antes del accidente".