Carlos Sainz, con el impulso moral de la victoria de etapa de ayer, arrancó hoy decidido a certificar su segundo triunfo parcial consecutivo en el Rally Dakar 2022. Aunque el hecho de abrir pista no colaboraba precisamente a la causa, el piloto español se sobrepuso exitosamente a su posición de salida y heredó el liderato de la especial entre las localidades de Al Qaisumah y Jeddah tras la avería del Toyota de Henk Lategan.
Rodando en solitario en la inmensidad del desierto, no hubo rastro de los fantasmas que el domingo hipotecaron sus opciones y 'El Matador' expuso de nuevo las virtudes del Audi RS Q e-tron y de una tecnología tan válida como competitiva para la modalidad de raids, mandando en la imponente quinta cronometrada durante 100 de los 465 kilómetros. Pero su renta se esfumaba con la aparición de un problema mecánico.
Un palier de su montura cedía y condicionaba al madrileño en el sprint final, aunque salvando el caramelo envenado del scratch, ya que mañana los coches partirán sin referencias de las motos: "Hicimos un gran trabajo con la navegación hoy. Ser el primer coche no es fácil. La especial ha sido extremadamente rápida, no muy interesante. Una pena que a 140 kilómetros de la meta hayamos roto un palier. Perdimos bastante tiempo".