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‘Monsieur’ Dakar, Stéphane Peterhansel, está afrontando un reto algo diferente en esta edición 2020. Lo habitual para él es que le canten las notas en su francés natal y ese era el plan al afrontarlo con su esposa Andrea Peterhansel, pero al no poder participar ella por motivos de salud ha tenido que saltar a la palestra el portugués Paulo Fiuza, con quien ha de comunicarse en inglés.
Este cambio de idioma hace que Peterhansel tenga que acostumbrarse a un sistema diferente, lo cual afecta a la hora de entender las notas que le canta Fiuza pese a que el modo de trabajar del portugués se ha mostrado a la altura de las circunstancias dentro del equipo X-Raid. Aún así, la competitividad del piloto más laureado de la historia del Dakar con 14 victorias a su nombre se sigue mostrando fuerte y uno de los candidatos principales, escalando hasta la quinta posición tras finalizar la tercera etapa.
“Toda la comunicación dentro del habitáculo se habla en inglés mientras que yo siempre he corrido con copilotos francoparlantes. Lo más complicado de todo son los WP, cuando me los dan en francés se al momento donde tengo que ir, pero aquí tengo que pensar un poco. Me cuesta un poco entenderlo”, declaró Peterhansel según se puede leer en la versión francesa de Autohebdo.
(En la primera etapa) “Perdimos cinco minutos buscando un waypoint que estaba oculto. Era uno de los waypoint que se validan cuando pasas por encima pero no te indica la distancia con respecto al coche. Lo buscamos antes de la cuenta pero estábamos en el camino correcto. Probablemente fue un error de kilometraje. Eso se va arreglando en el coche”, continuó Peterhansel.
“La navegación se vuelve más complicada y el inglés no lo mejora mucho. A cinco kilómetros de la meta de la segunda etapa, ¡la columna de dirección se desconectó del volante! Tuve un golpe de calor, pero lo arreglamos tranquilamente aunque perdimos algunos minutos. Tuvimos un pinchazo al principio del día y fuimos con más cuidado porque solo nos quedaba una rueda de repuesto, pero fue bien”, concluyó.