El Dakar 2017 se ha convertido en una auténtica pesadilla para Nasser Al-Attiyah. El piloto catarí empezó de la mejor manera posible, marcando el mejor tiempo con su Toyota Hilux V8 en la primera etapa de 39 kilómetros. Pero llegando al final de la misma, como el mismo confirmó, dentro del habitáculo empezó a oler a humo.
Un conato de incendio en el motor de su Hilux hizo que tuviera que ser remolcado los más de 400 kilómetros que le separaban del Vivac. Pese a ello Nasser pudo llegar y los mecánicos de Toyota Gazoo pudieron reparar el vehículo para el día siguiente.
Al-Attiyah disputó la segunda etapa sin problemas, acabando en segunda posición por detrás de Sébastien Loeb. Pero en la tercera etapa, pese a ir en los puestos de cabeza, su carrera se convirtió en una pesadilla.
Después de golpear una piedra, la rueda trasera derecha de su Toyota Hilux se desprendió. Nasser no quiso esperar al camión de asistencia ya que estaba muy lejos e intentó continuar con tres ruedas y utilizando piedras de contrapeso.
Los daños en su camioneta son demasiado grandes y el bicampeón del Rallye Dakar se ve obligado a retirarse antes de iniciar la cuarta etapa.