La suerte no ha estado a favor de Eduard Pons y Jaume Betriu este domingo, vigilia de Reyes. De hecho, la dupla ilerdense ha experimentado problemas técnicos en el Taurus T3 Max de la estructura Nasser Racing desde que inició su segunda aventura dakariana. Después de una destacada primera jornada en la que logró la 11ª posición en Challenger, en la crono de 48 horas se ha encontrado con nuevos contratiempos que han empañado su buena actuación. Con todo, después de pasar por el kilómetro 521, donde se encuentra la zona de descanso “B”, los catalanes ocupaban el 21º puesto provisional de la etapa y el 15º de la clasificación general de Challenger.
El Pons Rallysport ha salido con gran ritmo a la especial y rápidamente se ha posicionado entre los primeros de su categoría, e incluso ha llegado a rozar el Top 5 en los compases iniciales. Sin embargo, los problemas mecánicos han comenzado a hacer mella. Un fallo en el electroventilador ha provocado un sobrecalentamiento del motor, lo que ha obligado al equipo a detenerse para reparar el vehículo y perder un valioso tiempo.
Pons y Betriu no se han dado por vencidos y han seguido adelante, pero pronto se han enfrentado a otro problema: los frenos han empezado a fallar, y han tenido que reducir el ritmo considerablemente hasta llegar a la zona de descanso “B”, la segunda de las seis habilitadas por la organización, donde deberán pasar la noche en pleno desierto. Además, el formato de esta etapa complica todavía más las cosas al equipo, ya que no dispone de asistencia y deberá reparar el Taurus con sus propios medios.
Este lunes por la mañana, el Pons Rallysport volverá a la acción para afrontar los 446 kilómetros cronometrados restantes de la etapa hasta ver la meta en Bisha y completar este primer gran desafío del Dakar 2025.