El Repsol Toyota Rally Team ha subido al podio de Yanbu tras finalizar este viernes el 46º Rally Dakar. Isidre Esteve y Txema Villalobos han recibido la medalla que los acredita como finishers de una edición unánimemente considerada como durísima con emociones encontradas. Por un lado, están satisfechos con el trabajo del equipo y con su rendimiento sobre las especiales; por otro, lamentan que los reveses técnicos no hayan permitido que eso se refleje en la clasificación general.
“Está claro que los fallos técnicos han sentenciado nuestro resultado deportivo; nos ha pasado lo peor en los momentos más delicados de la carrera. Estamos contentos por cómo ha trabajado el equipo, contentos porque hemos sido competitivos desde la etapa prólogo, pero también un poco tristes por no poder tener el resultado que queríamos”, reconoce Isidre Esteve.
La aspiración del Repsol Toyota Rally Team era meterse en el Top 20 de la general absoluta y rubricar así el mejor Dakar de Isidre Esteve en sus nueve participaciones en coche. Durante la primera semana, el equipo español seguía a rajatabla esta hoja de ruta, y el Toyota Hilux T1+ era 24º absoluto y 17º entre los T1+ después de cinco etapas disputadas, justo antes de la crono de 48 horas, donde vivieron una auténtica odisea.
En la segunda parte de esta etapa reina del Dakar, en el inhóspito Empty Quarter, Esteve y Villalobos se quedaron sin diferencial delantero. Completaron el recorrido tras pasar una segunda noche en el desierto y sufrir lo indecible para superar las dunas. Una proeza que demostraba su tesón y determinación pero que, en la práctica, enterró sus posibilidades de obtener el resultado que merecía su desempeño.
“Lo importante es que hemos acabado el Dakar, que hemos completado todos los kilómetros de especiales cronometradas, que hemos validado todos los waypoints y que hemos podido subir al podio con todo el equipo para celebrarlo”, valora el piloto de Oliana (Lleida). “Cuando todo ha funcionado bien, hemos sido rápidos. Pero claro, al final uno es competitivo y quiere estar lo más adelante posible”, añade.
No obstante, Isidre Esteve es consciente del valor de su rendimiento deportivo en el Dakar, donde pilota un Toyota Hilux T1+ con el volante adaptado. El piloto ilerdense maneja todos los mandos con las manos: la dirección, el acelerador, el freno, el cambio, el freno de mano… Lejos de verlo como un hándicap frente a sus rivales directos, el ejemplo de Esteve pone en valor que la especialidad del rally-raid es el paradigma del deporte inclusivo, pues le permite luchar de tú a tú con los mejores sin pensar en su discapacidad.
Por eso, el primer pensamiento de Isidre Esteve antes de subir al podio de Yanbu era de agradecimiento al equipo y a sus patrocinadores, Repsol, MGS Seguros, TOYOTA GAZOO Racing España y KH-7, entre otros, que le respaldan desde hace años en su segunda carrera deportiva, ahora sobre cuatro ruedas.