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Un año más, las especiales cronometradas del Rallye RACC - Catalunya darán mucho de que hablar entre los deportistas. Sin ir más allá, en la jornada del viernes, el pelotón del rallye afrontará como último embite de cada bucle los treinta y ocho kilómetros de La Fatarella - Vilalba. Un tramo que, precedido de otra especial que ronda los treinta kilómetros, podría ser decisivo ya al poco de comenzar la prueba.
Con una zona intermedia de asfalto abrasivo, esta cronometrada supondrá todo un reto para los equipos y la estrategia de gestión de sus neumáticos, especialmente para aquellos que sufran pinchazos en los primeros compases de la prueba. Sus casi cuarenta kilómetros marcarán la gran diferencia en la etapa de tierra, siendo este un tramo vital para las aspiraciones de todos los deportistas.
Dentro de la Peugeot Rallye Cup Ibérica, este tramo será todo un reto, más si cabe cuando los pequeños Peugeot 208 R2 afronten la especial, justo por detrás del resto del pelotón. Para los deportistas del trofeo ibérico, la gestión de este tramo, así como de los neumáticos, a lo largo de esta especial será una de las asignaturas más complicadas que tendrán que asumir.