La entidad gallega sigue dando pasos de cara a confeccionar lo que será el certamen gallego en 2018. En una primera acción, la Federación Gallega de Automovilismo ha centrado todas sus propuestas en las distintas copas que componen el campeonato, donde año tras año se muestra la mejor cara de un campeonato que goza de buena salud. El Volante FGA presenta la mayor de las novedades.
Cierto es que la FGA todavía califica a estos documentos como proyectos, aunque sirven claramente para ver la dirección que pretende tomar, no cerrando la puerta a posibles cambios antes del comienzo de las oscilaciones. Por un lado, el Volante FGA y la Beca PXP18 será limitado a vehículos de estricta serie, buscando crear una copa económica con un buen puente hacia la Beca Junior nacional.
Una de las claves de este certamen se centra en las verificaciones, que pretenden ser muy estrictas con el objetivo de garantizar la igualdad entre mecánicas. Al igual que en temporadas anteriores, Pirelli será la marca que calce este trofeo, obligando a todos los participantes a comprar un mínimo de cinco compuestos al formalizar la inscripción. La Top Ten Pirelli – Castro también presenta cambios.
Con la necesidad de albergar a los antiguos vehículos del Volante FGA, la entidad gallega plantea una división entre Top Ten Pirelli A y B. El apartado A, incluirá a los antiguos coches que competían en el animado Volante FGA y Volante RACC, mientras que en la categoría B, lo harán los habituales de la Top Ten. Como es lógico, habrá premios independientes por rallye, teniendo una cuantía máxima de mil euros.
Todo parece indicar que la única copa en la que no habrá grandes movimientos será dentro de la Pirelli AMF. Aunque todavía no han sacado a la luz el proyecto de reglamento, este podría ser el único trofeo –sin todavía saber lo que va a suceder con la monomarca Marbella- que no sufra grandes alteraciones antes de iniciar la próxima temporada 2018.