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El equipo Toyota Gazoo Racing ha conseguido solventar los problemas de homologación que la FIA encontró en el Yaris WRC antes del Rallye de Monte-Carlo. Tanto las válvulas de admisión como la altura de la suspensión trasera han sido revisadas y ahora cumplen con todos los requisitos de la normativa actual del Campeonato Mundial de Rallyes.
Estos puntos que chocaban con la normativa (el material de las válvulas no estaba permitido y la suspensión era 1,2 centímetros demasiado alta) se encontraron durante el jueves diecinueve de enero, horas antes de la sesión de shakedown de Monte-Carlo. Pese a que se encontraron estos dos puntos, la imposibilidad de solucionarlos a tiempo para el inicio de temporada supuso que pudieran correr tanto Jari-Matti Latvala como Juho Hänninen con los dos Yaris WRC.
La altura de la suspensión se solucionó de cara al Rallye de Suecia, donde Latvala se alzó con la primera victoria para la marca japonesa desde el Rallye de China de 1999 (entonces con Didier Auriol y el Toyota Corolla WRC). El material de las válvulas también fue cambiado, siendo el motor que han estado utilizando durante los test realizados en Almería durante la segunda quincena de febrero.
El primer día de esos test Latvala sufrió un accidente en el que volcó su Yaris WRC, pero por fortuna el coche apenas sufrió daños y en unas horas el líder del campeonato estaba rodando de nuevo. Según el medio Rallye Magazin, el accidente se debió a que en ese momento llevaba neumáticos usados y eso afectó al comportamiento de la máquina – un aspecto a tener en cuenta, por ejemplo, si los neumáticos sufren mucho desgaste en los kilómetros finales de tramos como El Chocolate, con sus cincuenta y cuatro kilómetros.