El estreno de la era híbrida no congenió con Hyundai Motorsport. La formación que más tarde comenzó a desarrollar su vehículo pagó con elevados intereses ese retraso en las especiales del 90º Rallye de Monte-Carlo. Problema por aquí, problema por allí. En ninguna de las cuatro etapas estuvieron sus pilotos exentos de ellos. De tal calibre fue la pesadilla de los de Alzenau que solo alcanzaron la meta con un i20 N Rally1.
Thierry Neuville, el tripulante de la unidad superviviente. El cinco veces subcampeón del mundo confesó en la mañana del viernes "tener miedo" por dirigir un coche carente de estabilidad. La ausencia de asistencias intermedias no ayudó a encauzar los reglajes por la senda correcta. Además, la rotura del amortiguador delantero derecho en la jornada del sábado le hizo perder varios minutos. El resultado, una agria sexta plaza.
"El equipo ha trabajado increíblemente duro en la preparación del coche y de la temporada, pero nos vamos con nada de recompensa. El rally ha sido muy frustrante y realmenente decepcionante, fue un fin de semana complicado. El Power Stage fue la gran decepción. Conduje tan fuerte y ataqué tanto... pero no había nada. Cuando vi el tiempo no estaba nada contento", declaró el belga al término de la primera ronda del curso.