La primera fase del Mundial nunca ayuda a establecer un orden entre los equipos implicados. La temporada se inicia naturalmente con dudas en Monte-Carlo, y esas incógnitas crecieron este año con el debut de la generación de Rally1 híbridos. Si en la ronda monegasca la principal clave del éxito es acertar con la elección de neumáticos en el mayor número de bucles posibles, en la siguiente también influyen factores externos.
La superficie sobre la que se desarrolla el Rally de Suecia exige a los pilotos un estilo de conducción completamente diferente al que emplean en el resto de citas del curso, las de asfalto y tierra. La nieve y los compuestos invernales, exclusivos de la ronda escandinava, ofrecen un desafío único que Thierry Neuville conquistó en 2018 con un Hyundai i20 Coupé WRC. Repetir ese resultado se antoja difícil con el i20 N Rally1.
El belga conoce la fórmula del éxito en las pistas nórdicas, y esta consiste en aprovechar todos los elementos: "Los rallyes siempre son más espectaculares sobre nieve con los neumáticos de clavos. Usualmente, como los tramos son muy rápidos, te tienes que apoyar en los bancos de nieve y conducir un poco más de lado. Debes ser más agresivo para que los clavos lleguen al suelo y te proporcionen el agarre".