Son muchos años con la misma cantinela y no por ello deja de ser menos cierto. Sébastien Ogier ha vuelto a poner la venda antes de la herida antes del inicio del Rallye de Italia-Cerdeña, quinta cita puntuable de la temporada del WRC.
El francés llega a la isla italiana como líder del Campeonato del Mundo y eso le obligará a abrir pista en los tramos del viernes, lo que, sobre el papel -si no llueve-, será un gran hándicap para el piloto de Toyota respecto a sus rivales.
“Estoy seguro de que Cerdeña será otro rallye exigente para nosotros, abriendo el camino de nuevo como en Portugal”, ha comentado Ogier, que logró remontar hasta la tercera plaza en la cita con sede en Matosinhos. “Pero, sinceramente, estoy feliz de liderar el campeonato: siempre trato de sumar tantos puntos como puedo, y ese será el objetivo también en Cerdeña”.
“El resultado en Portugal fue positivo, aunque no estaba tan satisfecho con nuestro ritmo. Pero era la primera vez que conducíamos con los nuevos neumáticos sobre tierra y, con suerte, a medida que adquirimos un poco más de comprensión con ellos, podemos ver cómo sacar algo más de rendimiento en este próximo evento", ha añadido el siete veces campeón del mundo de rallyes.