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Ogier y Citroën están contra las cuerdas. Con un Ott Tänak en estado de gracia, el piloto galo poco ha podido hacer en las últimas carreras para frenar las embestidas de su máximo rival. En Cataluña jugará su última oportunidad de repetir título y para ello, necesitará mejorar sus sensaciones con el C3 WRC en asfalto. Una de las asignaturas pendientes que el hombre a batir tiene con la marca del doble chevrón.
A Alemania llegaron con novedades técnicas importantes, pero estas no fueron del todo buenas y Ogier solo pudo ser séptimo. Un mal resultado que ahora le lastra en las cuentas con respecto a Tänak. Aún así, 'Seb' no pierde la esperanza y espera poder completar un buen trabajo previo al rallye que le permita invertir la situación. Los test que está efectuando en suelo español serán la clave.
"Era bastante obvio que estábamos muy lejos del ritmo en Alemania. Así que tenemos un gran examen esta semana. Es muy importante, es nuestra única oportunidad de estar en esta lucha. Necesitamos cada pequeña mejora en términos de ritmo. Tenemos algunas buenas ideas, ya he hecho un pequeño viaje a París y hemos encontrado algunas buenas soluciones, pero tenemos que confirmarlas en el test", confirmaba.
En Gales las cosas tampoco fueron del todo bien, y es que la firma gala no ha podido superar el proceso de homologación de unas nuevas suspensiones que sí probaron en los test previos y gustaron a sus pilotos. Por ello, estas mejoras tendrán que esperar en la recámara hasta la próxima temporada. Sobre esta delicada situación también se ha pronunciado el líder del equipo, Pierre Budar:
"Las reglas para la homologación son las mismas para todos los equipos. Es muy frustrante y decepcionante saber que estas piezas hacen que el coche sea más rápido, pero no podemos usarlas. Los pilotos han corrido con ellos en los test y les gustan. Sabemos que el coche sería más rápido y daría más confianza si los tuviéramos puestas, pero las reglas son las reglas".