La vuelta de Sébastien Loeb al Campeonato del Mundo de Rallyes devolvió a M-Sport al peldaño más alto del podio. La formación británica atravesaba una sequía de victorias que comenzó con la marcha de Sébastien Ogier a finales de 2018. Después de resistir a duras penas a la pandemia, Malcolm Wilson logró rescatar al piloto más lauerado en la historia del certamen. Ya han realizado dos pruebas juntos, pero buscan más.
El pasado fin de semana en Portugal soñaron con repetir el éxito de Monte-Carlo. El alsaciano terminó el bucle matinal del viernes en primera posición. Sun embargo, un error al comienzo de la tarde le abocó al abandono. En este momento se desconoce si el francés podrá resarcirse, aunque esa es su intención: "Mis planes para lo que resta de temporada no están decididos, estamos hablando sobre hacer uno o dos rallyes más".
Wilson tampoco esconde su deseo de prorrogar la relación contractual con Loeb. La agenda del francés es complicada. El máximo responsable de la formación con base en Cumbria espera que encontrar la forma de, al menos, contar con él en "dos pruebas más". Sus compromisos en Extreme-E y en la Copa del Mundo de Rally-Raid solo le impedirían participar en el Rally Acrópolis, descartando sesiones de test de la ecuación.