Un accidente en Bélgica y un error muy costoso en Grecia. Estas dos circunstancias, ambas con Kalle Rovanperä como único damnificado, propician que el Campeonato del Mundo de Rallyes no llegue sentenciado a Nueva Zelanda. La coronación del nórdico se podría aplazar incluso hasta el RallyRACC Catalunya-Costa Daurada, pero el de Toyota afronta la cita oceánica con la determinación de olvidar sus últimas imprecisiones.
El comienzo que ha protagonizado en el preliminar Shakedown le ayuda a recuperar la confianza perdida. El dominador de la primera mitad del certamen estableció el mejor registro en la especial de 'Inland Road', encabezando un grupo de cuatro pilotos separados por dos décimas. El estonio Ott Tänak, principal rival del joven finlandés en la batalla por el trono, cerró ese cuarteto con un Hyundai i20 N Rally1 en estado dulce.
Las otras dos monturas de la formación con base en Alzenau se encargaron de mediar entre los aspirantes al entorchado. Oliver Solberg sorprendió al situarse segundo a apenas una décima de su predecesor. El sueco atendió a los consejos de su padre Petter y aprovechó el factor novedad para marcar un tiempo idéntico al de su compañero Thierry Neuville. El belga persigue este fin de semana su segundo triunfo en la era híbrida.
Sébastien Ogier cedió medio segundo con su vecino en las carpas de Toyota. El francés concluyó la tanda de pruebas en la quinta plaza, justo por delante del galés Elfyn Evans. Gus Greensmith comandó la armada M-Sport Ford desde la séptima posición. El británico superó a Craig Breen y Takamoto Katsuta. El top diez lo completó Hayden Paddon con su Hyundai i20 N Rally2. El ídolo local es el favorito al triunfo en WRC2.