Después de ganar el pasado Rallye de Turquía, Elfyn Evans se escapó al frente de la general del WRC con 18 puntos de ventaja sobre su compañero de equipo, Sébastien Ogier. Esta semana el británico afronta su primera bola de campeonato en Cerdeña, un rallye tradicionalmente muy duro para las mecánicas.
“Siempre que terminas un rallye en lo más alto del podio como lo hicimos en Turquía, siempre es un buen impulso para la siguiente cita”, ha reconocido el galés de Toyota. “Liderar el campeonato es sin duda una buena posición, aunque viene con un desafío adicional en el sentido de que tendremos que limpiar las pistas en Cerdeña. Esto hará que no sea un rallye fácil para nosotros, siempre que se mantenga seco, por supuesto”.
El cambio de fecha, de mediados de junior a primeros de octubre puede suponer un cambio importante en las condiciones de los tramos. Pese a ello, Evans es consciente de que el desafío que tiene por delante es grande.
“Ir a Cerdeña en octubre podría cambiar algo las previsiones meteorológicas. Puede que sea un poco menos exigente para los neumáticos, pero aún tendremos algunas decisiones difíciles: nos enfrentamos a algunos bucles en los que tenemos que elegir los neumáticos para la primera y la segunda pasada de las especiales sin volver a la asistencia, por lo que seguirá siendo un gran desafío”, ha añadido el líder del mundial.