Sébastien Ogier reveló nada más concluir el Rally de Portugal la fecha de su próxima participación en el Campeonato del Mundo. Por el parque de asistencia ganó intensidad el rumor de una visita al continente africano. El francés se enamoró el pasado año de la exigencia del mítico Safari. En aquella edición derrotó a su compañero Takamoto Katsuta después de superar problemas de suspensión en la etapa del viernes.
En pleno desarrollo de la cita lusa realizó un movimiento que terminó por delatarle. En la jornada del sábado, cuando le tocaba partir a los tramos en segunda posición, optó por penalizar para así probar el Toyota GR Yaris Rally1 en condiciones similares a las de su siguiente incursión en el máximo certamen. Al término del Power Stage compartió abiertamente que en Kenia retornaría al habitáculo del vehículo nipón.
El vigente campeón defenderá por tanto su triunfo en la sabana. Disfrutará de nuevo de un puesto de partida retrasado durante el primer día, aunque en Kenia este factor no resultará determinante. La conservación de la mecánica estará por encima de todas las cosas. Especial motivación le suscitan sus dos amargas experiencias en la era híbrida del certamen. Desea regresar cuanto antes al peldaño más alto del podio.