Eric Camilli se enfrenta a uno de los fines de semana más difíciles de su trayectoria deportiva. El galo estaba preparado para comenzar la tercera prueba de su programa en la división de plata del Mundial de Rallyes, pero los duendes de la mecánica le amargaron la fiesta. Intentó una y otra vez encender el motor de su Citroën C3 Rally2 para dirigirse a la superespecial de Coímbra. Un problema eléctrico se lo impidió.
Para rematar la faena, el hecho de no abandonar el parque cerrado le deja sin la posibilidad de reengancharse acogiéndose a la nomartiva de SuperRally. Los únicos kilómetros que se lleva de Portugal son los que acumuló en sus dos pasadas por el 'Shakedown'. Este contratiempo compromete seriamente su campaña en WRC2. Con el KO de Monte-Carlo ya tenía su descarte. El segundo cero permanecerá en su contador.
"No tengo palabras. No empezaremos el Rally de Portugal por culpa de un problema eléctrico. Ha sido imposible poner el coche en marcha sin nada de potencia. A pesar de los esfuerzos que realizamos, como tampoco pudimos abandonar el parque cerrado, no podremos volver a la carrera bajo la normativa de SuperRally. Sentimientos muy duros los de esta noche", compartió el piloto francés en su perfil de Instagram.