Goodwood volvió de nuevo a ser la casa del motor durante el pasado fin de semana al acoger un año más el mítico festival de la velocidad. Varios pilotos oficiales del WRC estuvieron presentes en la cita inglesa e hicieron disfrutar a los 200.000 aficionados que se dieron cita en el monte inglés.
Entre los pilotos de rallye que estuvieron recorriendo los pocos metros que forman la pista de Goodwood destacaba la presencia del campeón del mundo, Sebastien Ogier. El piloto francés pilotó su Citroën C3 WRC y no dudó en comentar la dureza del trazado británico.
"Me alegro de no estar corriendo contra el reloj en este tramo, es muy complicado. Estaba usando todos los bancos y las cunetas para trazar las curvas. Goodwood es un evento fantástico. No hay nada como esto en ningún otro lugar del planeta. La oportunidad de venir aquí y pilotar por esta colina y tener mucho tiempo con los aficionados y otros pilotos de otras áreas del deporte, es increíble", comentaba el francés en la web del WRC.
Sus compañeros de equipo, Lappi y Ostberg, también pilotaron la unidad del coche francés para completar así la puesta en escena de Citroën en el festival. Por su parte, el equipo de Malcolm Wilson también estuvo presente en la cita se su país y Elfyn Evans pilotó el Fiesta WRC en las cuatro jornadas que completaron el evento anual.