La propagación del coronavirus se cobró una víctima en el verano del 2020 que todavía no ha logrado recomponerse. El Rally de Alemania, una prueba fija en el calendario del Mundial de Rallyes desde la temporada 2020, lleva tres años sin celebrarse. La última vez que los vehículos de competición tomaron los viñedos de la región de Mittelmosel Sébastien Ogier tenía en sus manos un Citroën C3 WRC. Mire si ha llovido.
Los organizadores del evento de este singular evento de asfalto ya trabajan en un plan para recuperar su plaza en la élite. En estos momentos, según la información del medio francés Planetemarcus.com, barajan dos opciones. Una de ellas sería la de trasladar el centro de operaciones a Baviera, una localidad situada al sureste del país. Las asistencias estarían en Múnich y el recorrido atravesaría las fronteras con República Checa y Austria.
La segunda de las cartas apuesta por la fórmula que funcionó durante dos décadas. En una de las etapas se utilizarían las especiales que discurren a orillas del río Mosela y en otra la caravana se desplazaría a los campos de entrenamiento militar de Baumholder. Las asistencias cambiarían de ubicación, estableciéndose en las amplias instalaciones del Nürburgring. La fecha que se marcan los promotores para la vuelta es 2023.