Ott Tänak ha sido el líder del Rallye de Gales hasta que un problema mecánico le ha obligado a abandonar, dejando como líder a Sébastien Ogier a 5 tramos del final. Aunque el pentacampeón mundial se ha encontrado con el primer puesto, partirá a la última etapa con Jari-Matti Latvala a 4,4 segundos y Esapekka Lappi a 11,8, dispuestos a recuperar la gloria para Toyota Gazoo Racing.
Al contrario de lo que se podría esperar en Gales, al mediodía salió el sol y para la tarde el cielo estaba despejado, elevando las temperaturas para dar una imagen muy diferente a la de los tramos de la mañana. Ogier marcó el mejor tiempo por delante de Craig Breen y Andreas Mikkelsen, quien se acercaba a su compañero Hayden Paddon a la vez que se quitaba de su estela a Thierry Neuville (pese a ser este el que está peleando por el título).
El día se iba aclarando y todo estaba en calma en la segunda pasada por Sweet Lamb-Hafren, hasta que llegó la tormenta: en la parte inicial del tramo el Toyota Yaris WRC de Tänak decía basta, poniendo fin a su racha de victorias y comprometiendo el asalto al título que había montado meses atrás. De nuevo el cubrecárter y el radiador, igual que en Portugal y en Cerdeña. De repente Ogier era el nuevo líder seguido de cerca por Latvala y Lappi. Este golpe para Toyota llega 20 años después de aquel 1998 en el que Carlos Sainz se quedó fuera de combate en el último tramo, a pocos kilómetros de conseguir el título (que recayó en manos de Tommi Mäkinen, hoy día jefe de Toyota Gazoo Racing).
Tras toda la descarga de drama, los dos últimos tramos del día fueron más tranquilos, aunque la batalla por la victoria pasaba a ser entre Ogier y Latvala. En el penúltimo tramo el finés lograba recortarle más de dos segundos y medio, pero en una horquilla del último tramo calaba y perdía tiempo, cediendo segundo y medio con el francés al llegar a meta.
De estar con problemas de cambio al comienzo del rallye a liderar la prueba a falta de 5 tramos del final, Ogier terminaba un día muy positivo para su causa como líder de la prueba con 4,4 segundos de ventaja sobre Latvala y 11,8 sobre Lappi, que permanecía en el podio con Breen a sus espaldas con el primero de los Citroën. Ostberg, Mikkelsen, Paddon, Neuville y los Skoda Fabia R5 oficiales de Kalle Rovanperä y Pontus Tidemand completaban las diez primeras posiciones.