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El COVID-19 se ha llevado por delante una de las propuestas coperas más interesantes de las que se recuerdan en el regional gallego. El baile de cancelaciones y fechas, así como el parón en la competición ha dado un frenazo importante a la primera edición del Supercampeonato gallego de R5. Si bien es cierto que en este caso ha corrido mejor fortuna que su homólogo N5, fulminado ya hace varias semanas.
La apuesta de Recalvi y Pirelli sigue siendo firme y pese a que la coyuntura económica no es fácil, las cuantías destinadas a premios seguirán siendo suculentas, aunque se verán reducidas acorde con la notable reducción de pruebas. Con A Coruña figurando como única disputada hasta el momento, la entidad gallega ha marcado solo tres citas más desde septiembre hasta diciembre.
La reciente cancelación del Cocido ha dejado cojo a un cuadro de fechas que también ha tenido que ser nuevamente estructurado, reiniciándose ahora en el Rías Baixas, pasando por Lugo y su carismático San Froilán y con fin de fiesta en la capital gallega, con motivo del Rallye do Botafumeiro. A su vez, de la misma manera que el número de pruebas, las cuantías económicas destinadas a premios también han sufrido notables recortes.
Así pues, el vencedor embolsará 20.000 euros, un 50% menos de la previsto al inicio de campaña. Por su parte, el segundo y tercer clasificado podrán llevarse a casa 15.000 y 10.000 euros respectivamente, mientras que el cuarto más regular al término de la temporada, recuperará unos 5.000 euros. Dada la situación, este planteamiento podría sufrir más variaciones en las próximas semanas.