La experiencia es un grado. Aporta una ventaja, pero hay que descubrir cómo aplicarla para que surta el efecto deseado. Este fin de semana comenzó en el Rallye Azores la segunda edición del Clio Trophy by Toksport WRT. Todos apuntaban al mismo favorito. Paulo Soria, uno de los participantes de la monomarca en la pasada temporada, tenía ese cartel. Solamente uno de sus rivales repetía, pero abandonaba a las primeras de cambio.
Al argentino se le presentaron varios desafíos, aunque el principal lo exprimentó con sus compañeros en el certamen. La meterología no le sembró miedo ni temor. El cronómetro manda y a él que encomendó su actuación. Su ritmo rebasó los límites de la mecánica en los últimos compases de la etapa del sábado con la rotura de un amortiguador, pero se había construido una renta suficiente para seguir con el problema.
Hoy aprendió la lección y no desafió más el aguante de su Renault Clio Rally5. Para qué, se habrá preguntado. Ejerció tal superioridad que en absoluto necesitaba arriesgar. Podía disfrutar de los paisajes y permitirse alguna licencia en conducción. Tres minutos por detrás finalizó el italiano Giorgio Cogni, mientras que el español Sergio Fuentes completó la prueba de su regreso al Campeonato de Europa en la tercera plaza.