La bandera de España ondea de nuevo en lo más alto del Campeonato de Europa de Rallyes. Efrén Llarena certifica su primera corona continental absoluta y Sara Fernández revalida la suya. Nadie podrá superar a la dupla de MRF Tyres en puntuación en las pruebas que restan por disputarse. Los rumanos Simone Tempestini y Sergiu Itu tenían unas pocas opciones, pero su baja de última hora en Zlín ha sentenciado el certamen.
El piloto burgalés y la navegante cántabra han protagonizado una temporada excepcional al frente de la formación india. Aunque el curso comenzó con un problema con el radiador del Skoda Fabia Rally2 Evo en Fafe, nuestros representantes se recompusieron a la perfección con una victoria de infarto en Azores. En esa cita, en la que derrotaron al local Ricardo Moura, accedieron a un liderato que nunca abandonaron.
El punto fuerte de Llarena y Fernández, además de la velocidad, ha sido la regularidad. Los peores resultados que han cosechado, descontando el de la ronda inaugural, son las cuartas posiciones de Polonia y Roma. En las Islas Canarias y en Letonia accedieron a los puestos de honor con dos actuaciones de aúpa en los Power Stage finales, unos tramos que han convertido en su especialidad y en los que han hecho vibrar al continente.
Llarena, el encargado de hacer debutar al Rallye Team Spain con aquel Peugeot 208 R2 de Mavisa, afirma que perseguía este objetivo desde su estreno europeo: "No tengo palabras. Es un sueño, un sueño que empezó hace cuatro años cuando fuimos los primeros en competir en el ERC con los colores del Rallye Team Spain. En nuestro camino logramos los títulos de ERC3 y ERC3 Júnior y conseguir ahora el absoluto es fantástico".
"Este es un año muy importante para MRF. Lo hicimos lo mejor que pudimos y pusimos todo nuestro esfuerzo en el desarrollo de los neumáticos, así que creo que trabajamos muy duro en una dirección. El trabajo de todos los integrantes del equipo ha sido encomiable: los ingenieros, mecánicos y el resto de personas involucradas" sentencia el de Espinosa de Los Monteros, el heredero del trono que hasta ayer poseía Andreas Mikkelsen.