Twitter (@TheDDuran)
Con veintiún años y un mes, Emil Bergkvist se ha proclamado Campeón Europeo Junior este año a bordo de su Opel Adam R2 oficial. El piloto sueco ha necesitado cinco de las seis pruebas de la categoría para alzarse con el título, sucediendo a Stéphane Lefebvre en este honor.
No obstante, al contrario que el francés (que cuenta con respaldo de Citroën en WRC2 y probará el DS3 WRC en los próximos meses), el programa de pilotos de Opel termina en la categoría R2, por lo que Bergkvist tiene que salir del cascarón si quiere ir más allá en su carrera como piloto de rallyes. Con dos victorias consecutivas, un segundo y un cuarto puesto – su única mancha es el abandono en Ypres – ha demostrado que tiene madera para brillar a nivel internacional.
El proyecto del Opel Corsa R5 pudo haber sido la respuesta de la marca, pero hace apenas un mes que la empresa alemana anunció que se aplazaría el desarrollo – por lo que a día de hoy esta realidad recuerda a la del prototipo Corsa S2000, que nunca llegó a ver la luz en competición. Como Campeón Junior, en principio debería aparecer en alguna prueba del Campeonato Europeo de Rallyes a bordo de un R5, pero no con un programa que cubra la temporada completa, como indica el medio francés Rallye-Sport.
“No tengo palabras. Quiero darle gracias a cada persona que ha contribuido a este éxito, primero a Opel Motorsport y el equipo que siempre me ha dado un coche fantástico. Por supuesto mi copiloto Jocke, sin el que nada hubiera sido posible. El ERC Junior es increíblemente competitivo y exige un rendimiento del equipo perfecto en cada rallye para acabar en el podio. Aún no puedo creerlo”, expresaba emocionado Bergkvist nada más terminar el Rallye de Estonia.
Con el apoyo adecuado y el equipo indicado, Bergkvist podría ser una cara a tener en cuenta para el mundial dentro de pocos años – sin olvidar la capacidad de otros pilotos a los que se ha enfrentado este año, como Chris Ingram o su compañero de equipo en Opel Marijan Griebel. Sus tres podios de esta temporada han llegado en las tres superficies posibles: nieve de Liepaja, asfalto en el Circuito de Irlanda y tierra en Estonia – con unas características reminiscentes al de Finlandia.