La enfermadad que detuvo el planeta en la primavera de 2020 ha accionado el pedal del freno en los prepartivos de Giniel de Villiers para el Rally Dakar 2022. El sudafricano, vencedor de la prueba más exigente del planeta en la edición del 2009 a los mandos de un Volkswagen Touareg, dio positivo en un test de covid-19 realizado en la semana previa al inicio de la acción en los desiertos de Arabia Saudí.
Actualmente enrolado en el Toyota Gazoo Racing South Africa, el estreno de de Villiers con el nuevo Toyota GR DKR Hilux T1+ dependerá de un resultado negativo en los próximos días. Todavía no se encuentra en la península arábiga, por lo que ese test que confirme que ha superado el covid-19 deberá producirse con el tiempo suficiente para cubrir las horas de vuelo y tomar este sábado la partida en Jeddah.
Su equipo se muestra esperanzado en que las circunstancias permitan al piloto de Barrydale competir en el que sería su decimonoveno Rally Dakar, pero también disponen de un plan b con el que recurrirían a los servicios de Kris Meeke. El británico mantiene una buena relación con la marca nipona después de sus años bajo las órdenes de Tommi Mäkinen en el Mundial de Rallyes y encabeza la lista de posibles sustitutos.