Un dominio inalterable. Desde que tomó la partida en la etapa prólogo del 1 enero hasta la pancarta de meta de la especial entre Bisha y Jeddah dos semanas más tarde. Nadie le inquietó en el transcurso de la prueba más exigente del planeta. Sin errores de navegación por el camino ni averías mecánicas de consideración en su Toyota GR DKR Hilux T1+, el 'Príncipe del Desierto' ha certificado su victoria más contundente.
Y la más especial. Nasser Al-Attiyah, un apasionado de la velocidad, celebra su triunfo más emotivo en el Rally Dakar. Con tres éxitos en territorio sudamericano, el touareg se le resistía en la mudanza hacia Arabia Saudí. En unos desiertos muy próximos a los de su Catar natal, se sentía en inferioridad de condiciones frente a los Mini JCW Buggy de X-Raid, iniciando así una campaña en busca de la igualdad mecánica en la categoría.
Con sus protestas hacia la anterior normativa técnica sentó las bases de su regreso a la cima del podio. La introducción de los T1+, unos todoterreno modificados con mayor recorrido de suspensión y neumáticos más grandes, suprimió las diferencias que existían entre los 4x4 y los 4x2 al mismo tiempo que equilibraba la balanza entre las formaciones que apuestan por la tracción total, como Prodrive y Audi, además de Toyota.
En plena competición, Al-Attiyah asestó un golpe del que ninguno de sus contrincantes se recuperó en la etapa 1B. La fiabilidad de Mathieu Baumel a su derecha evitó que el catarí se sumergiese en el laberinto que costó las aspiraciones de numerosos equipos llamados a disputar los honores. Sébastien Loeb, que salvó a su rueda la zona de navegación más complicada de la edición, se postuló como su única amenaza.
Pero en su persecución, el galo sufrió unos problemas de transmisión en su Hunter BRX T1+ que despejaron definitivamente a su predecesor la ruta hacia el oro. Renunciando a su explosivo estilo de conducción, Al-Attiyah afrontó la segunda semana con un planteamiento conservador. Había aprendido de los errores del pasado. Sin la necesidad de arriesgar, gestionó y completó la ansiada coronación en el golfo Pérsico.
Loeb intentó por todos los medios evitar la victoria de Al-Attiyah. No le imponía una diferencia que en la jornada de descanso rebasaba la barrera de los 50'. Atacando día sí y día también, el nonacampeón del mundo de rallyes redujo la ventaja de los vencedores prácticamente a la mitad en una demostración de pundonor que le sitúa entre los favoritos al oro en los próximos años. Los avances de su equipo refuerzan su candidatura.
El ídolo local Yazeed Al Rajhi materializó un sueño al asegurarse una plaza en el cuadro de honor del Rally Dakar 2022. En su tierra, el de Overdrive Toyota libró los pinchazos que tanto le han lastrado históricamente para lograr el podio y el primer lugar entre los mortales. El top 5 lo cerraron Orlando Terranova en su debut con el Hunter BRX T1+ y un Giniel de Villiers que había arribado in extremis a la península arábiga.
La expedición española la encabeza en la clasificación final Daniel Oliveras, copiloto de Terranova. Por lo que a los ocupantes del asiento izquierdo respecta, Carlos Sainz se recompuso a la difícil semana inaugural, en la que se exponía con reiteración la fragilidad del amortiguador simple de los Audi RS Q e-tron. Finalizando en P12, 'El Matador' retorna a la capital con dos scratchs a su nombre, el primero de ellos histórico.