El segundo copiloto más laureado en la historia del Campeonato del Mundo de Rallyes aparca la retirada. A finales del año pasado concluyó su relación deportiva con Sébastien Ogier de la forma deseada, celebrando el octavo título juntos en el icónico circuito de Monza. Después de unas semanas de reflexión y desconexión, el navegante francés ha establecido el siguiente reto de su trayectoria, y ese no es otro que el Rally Dakar.
Julien Ingrassia acompañará en la próxima edición del raid más exigente del planeta a su compatriota Mika Pisano en la categoría de coches. El galo se adentra en una modalidad muy diferente a la que andaba acostumbrado, circunstancia que le motiva: "Esta una disciplina completamente diferente al Mundial de Rallyes, son incomparables, pero es una gran oportunidad de descubrir y desarrollar nuevas habilidades".
La inactividad le ha impulsado a probar: "Por supuesto que el Dakar perdura como una de las carreras más icónicas del automovilismo, pero como he tenido temporadas muy ocupadas en el WRC nunca pensé sobre él. Estos meses alejado de la competición me han dado tiempo para planteármelo. Tengo curiosidad por entender y experimentar la dureza de este tipo de pruebas. Necesitaré un fuerte programa de preparación".