El 26 de febrero del 1999, Petter Solberg iniciaba su brillante y exitosa andadura en el WRC debutando como piloto oficial del equipo M-Sport Ford en el Rallye Safari de Kenia. Tras aquella primera experiencia con el Focus WRC, el noruego sería un habitual del campeonato hasta 2012 tras adjudicarse el título en 2003 con Subaru.
El destino, que puede llegar a ser muy caprichoso, ha querido que su hijo Oliver comparta la misma fecha de debut en la categoría reina veinte años más tarde. Con tan sólo 19 años, el joven sueco se estrena hoy entre la élite del Mundial de Rallyes compitiendo con un Hyundai i20 Coupé WRC en el Artic Rallye de Finlandia.
Dos décadas entre padre e hijo, familia de carreras por antonomasia y apellido ilustre llamado a volver a ser un referente del WRC en la próxima década gracias al primogénito de Petter. Sólo el tiempo dará la razón sobre si Oliver es capaz de alcanzar -o incluso superar- las cotas de éxito su padre, pero lo que no hay duda de que está en el camino correcto para intentarlo.